Si es que te avisto en el campo recolectando ilusiones,
me inundo de mi barranco, mientras sujeto mis flores;
si es que tu viento me avienta al cantar de tus tambores,
me olvido de tu recuerdo, me acuerdo de tus canciones:
Estoy contigo de cerca, mientras me acerco a tu lejos
y voy quedando perplejo con tus intentos de llanto.
Gota a gota, entendiendo por que es que renuncias tanto a tus suspiros,
tus risas, al mirar de tus luceros,
me voy poniendo ya viejo, mientras recito tus cantos.
Al inhalar de tus pechos, tus cabellos, tus disgustos,
le vas exhalando bruscos recorridos que en ti hicieron.
Sus moribundas cenizas apagan el sutil fuego
que por ti surge en mi pecho, jovencita pelo blanco.
Aveces piensas que esquivo el cantar de tu silencio,
de a veces piensas que aprecio solo el tambor de tus cantos,
pero te equivocas tanto cuando me miras de lejos,
que en mi tu llama resurge,
será porque como yo nunca te han querido tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario